Es una de las mujeres
que, desde Presencia Invisible, queremos homenajear. María de Maeztu, procede
de una familia acomodada, de espíritu progresista y liberal.
Fue a los 26 años,
después de haber cursado los estudios de Segunda Enseñanza y de haber ejercido
como maestra, cuando María de Maeztu llegó a la Universidad de Salamanca (curso
1907-1908) para estudiar Filosofía y Letras, donde tuvo como profesor a Miguel
de Unamuno.
En este primer curso se
examinó en la convocatoria de junio obteniendo unas excelentes calificaciones:
en Lengua y Literatura españolas,
sobresaliente de honor; en Lógica Fundamental, sobresaliente de honor con
premio; y en Historia de España, sobresaliente de honor.
Sus magníficas notas continuaron
en su carrera. Fue en el curso siguiente (1908-1909) cuando comenzó los
estudios de Derecho. Pese a comenzar
todos sus estudios universitarios en Salamanca, fue en Madrid donde los
culminó.
Se debe destacar también
la figura de María de Maeztu por la creación en 1915 de la Residencia de Señoritas, con la que se pretendía impulsar a las
mujeres españolas a continuar sus estudios.
Su actitud feminista
llevó a María de Maeztu a ser
Vicepresidenta de la Juventud Universitaria Femenina y la primera presidenta de
la Federación Española de Mujeres Universitarias, fundada en enero de 1921. Además,
tuvo un papel protagonista en la fundación, en 1926, del Lyceum Club Femenino,
donde ocupó durante el primer periodo el puesto de presidenta.
Como podemos ver, la
importancia de María de Maeztu no reside únicamente en ser una de las primeras
universitarias de principios del siglo XX, sino también en ser impulsora de una
serie de iniciativas e instituciones que pretendían dar un mayor acceso de las
mujeres a la universidad, así como una vida activa más allá del marco de la
privacidad del hogar.