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lunes, 26 de enero de 2015

La Fachada Principal: Venus y Hércules


Nos encontramos ante la Fachada Principal del edificio histórico de la Universidad de Salamanca, todo el mundo conoce de él la rana; sin embargo, nosotros hemos preferido centrarnos en otros aspectos iconográficos, especialmente en aquellos que encontramos en el tercer cuerpo. 

En este espacio se hace visible la escena del hueco central, un pequeño estrado sobre el que un papa sentado bajo los símbolos pontificios y con indumentaria italiana, se dirige a clérigos y a prelados. Sobre la identificación de este papa, se ha supuesto que pudiera ser Benedicto XII que dio a la universidad Estatutos y Constituciones, aunque también podría tratarse de Martín V que protegió al Estudio de la misma forma. 

Sin embargo, nuestro mayor interés se encuentra a cada lado de esta escena. En estos espacios hay recuadros entre medallones, en el lado izquierdo es una Venus apoyada en un fuste quebrado mientras que los medallones se decoran con una cabeza varonil iracunda, de la que cuelga un yelmo y una balanza, y en el otro medallón un cabeza pensativa y tonsurada bajo la que se ven una maza o un cetro.




En el lado opuesto, se muestra la figura de Hércules apoyada en la clava mientras que los medallones se adornan, en un caso con un cabeza bella y pensativa, y en el otro la de un joven melancólico. En ambos medallones pende de anilla una calavera y bajo ella una cartela con cabecita alada y un pavés de forma italiana, sobre maza y pica cruzadas.

La interpretación de estas escenas es el contraste entre la Virtud y el Vicio, representados por las figuras de Hércules y Venus con sus respectivos acompañantes. Hércules venció todos aquellos apetitos desordenados con su fortaleza, que proviene de su ánima y no del cuerpo. Estos apetitos son rebeldes a la razón y turban al hombre de continuo, le molestan y le fatigan. Hércules da sentido al amor, así que se refiere al “amor sagrado”, simbolizado en esta pareja que se contempla y a la que admiran los amorcillos que van sobre los delfines.

En el caso de Venus se identifica con el Vicio, por sus vanos deleites. Sus acompañantes son la figuras de Baco, Príapo y Marte que vienen a subrayar el sentido del amor bestial, simbolizado en la pareja de la parte superior, a la que no admiran los dos amorcillos que hay sobre los delfines.
La idea central de esta escena es la Razón divina y la Lujuria humana luchando entre sí con la Inteligencia como árbitro. Si la Razón (Hércules) vence brillará el sol en el firmamento, mientras que si vence la Lujuria (Venus), su gloria en la tierra será mero humo.

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