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viernes, 20 de febrero de 2015

María de Maeztu y Whitney


Es una de las mujeres que, desde Presencia Invisible, queremos homenajear. María de Maeztu, procede de una familia acomodada, de espíritu progresista y liberal.

Fue a los 26 años, después de haber cursado los estudios de Segunda Enseñanza y de haber ejercido como maestra, cuando María de Maeztu llegó a la Universidad de Salamanca (curso 1907-1908) para estudiar Filosofía y Letras, donde tuvo como profesor a Miguel de Unamuno.

En este primer curso se examinó en la convocatoria de junio obteniendo unas excelentes calificaciones: en Lengua y Literatura españolas, sobresaliente de honor; en Lógica Fundamental, sobresaliente de honor con premio; y en Historia de España, sobresaliente de honor.

Sus magníficas notas continuaron en su carrera. Fue en el curso siguiente (1908-1909) cuando comenzó los estudios de Derecho. Pese a comenzar todos sus estudios universitarios en Salamanca, fue en Madrid donde los culminó.

Se debe destacar también la figura de María de Maeztu por la creación en 1915 de la Residencia de Señoritas, con la que se pretendía impulsar a las mujeres españolas a continuar sus estudios.

Su actitud feminista llevó a María de Maeztu a  ser Vicepresidenta de la Juventud Universitaria Femenina y la primera presidenta de la Federación Española de Mujeres Universitarias, fundada en enero de 1921. Además, tuvo un papel protagonista en la fundación, en 1926, del Lyceum Club Femenino, donde ocupó durante el primer periodo el puesto de presidenta.




Como podemos ver, la importancia de María de Maeztu no reside únicamente en ser una de las primeras universitarias de principios del siglo XX, sino también en ser impulsora de una serie de iniciativas e instituciones que pretendían dar un mayor acceso de las mujeres a la universidad, así como una vida activa más allá del marco de la privacidad del hogar.



jueves, 19 de febrero de 2015

La araña en la Escalera del Conocimiento

Este relieve, perteneciente a la Escalera del Conocimiento de Escuelas Mayores, es muy importante para nosotros porque de él nació la idea de hacer una exposición dual sobre la mujer en la Universidad de Salamanca y la iconografía negativa que se hace de ella en este claustro, reflejada especialmente en la mencionada Escalera.

Se localiza concretamente en el tramo central, y es un relieve que puede apreciarse tanto en la cara interna como en la externa de la Escalera. Es una alegoría algo compleja y, para hacerla, su autor se inspiró en un grabado de Israel van Meckenem del siglo XV. En él, un hombre desnudo porta en la mano derecha una filacteria con la siguiente leyenda: FLORE PULCHRO NOBILI (sic) APES MELLA COLLIGUNT –es decir, traducido significa “de la hermosa flor las nobles abejas cogen miel”–. La filacteria que sostiene la mujer, también desnuda, en el grabado original reza, en cambio, lo siguiente: EX HOC VERMES FRIVOLI VIRUS FORTE HAURIUNT –es decir, “de ella los frívolos gusanos sacan un fuerte veneno”–. Como en el relieve de la escalera, el grabado de van Meckem se corona con las imágenes de una araña y una abeja que liban de una flor.

Lo cierto es que tanto el grabado como el relieve se resumen en el siguiente refrán: “cuando zuga el abeja, miel torna, cuanto el araña, ponzoña”. Esto significa que, si bien el primer insecto, la abeja, representa el bien, y simboliza que la actitud del hombre sobre la mujer es positiva, el segundo, la araña, representa el mal, y simboliza que la actitud que aparece representada bajo ella, la de la mujer a horcajadas sobre el hombre, no es la correcta. La ARAÑA es símbolo de femineidad y de muerte, de trampa, de red y, por lo tanto, la pareja desnuda de la mujer sobre el hombre representa el dominio de la mujer frente al hombre, y el triunfo de las pasiones.
La escena, además, termina de completarse en la parte inferior, en la cual se representa, a la derecha, a un arquero que, triunfante, apunta a un hombre que porta una vulgar maza. A la izquierda, por el contrario, la maza triunfa sobre el noble arco.

En definitiva, la escena viene a decir lo siguiente: en la vida, que es la flor, nosotros debemos saber elegir. Dominar o no nuestras pasiones, producir miel o veneno, ser la araña o la abeja.

viernes, 13 de febrero de 2015

La Escalera del Conocimiento: Vera Amicitia

La llamada Escalera del Conocimiento, que une los claustros bajo y alto de Escuelas Mayores, desarrolla un complejo programa iconográfico. Hoy nos centramos en la figura que se encuentra en la pilastra final. 

Tras atravesar los peligros de la juventud –representados por la Danza Morisca en el primer tramo de nuestra Escalera del Conocimiento–, y hacer una elección juiciosa venciendo a las pasiones –la araña y la abeja–, llegamos al final del camino, al triunfo del alma sobre el cuerpo. 

La figura en la que hoy nos centramos coincide, como ya hemos dicho, con la pilastra final (que se adosa al muro) y representa por su cara interna a un joven que, descalzo, nos muestra su corazón al desnudo. En la cara externa nos encontramos a un trompetero que se opone al músico con la gaita de la primera pilastra: el triunfo de la virtud frente a las pasiones. 

El joven, por lo tanto, representa a la Vera Amicitia –Amor Platónico/Puro–, y procede de una larga tradición iconográfica, como bien señala el dominico inglés Robert Holcot en el siglo XVI. Éste dice que los romanos representaban a la Vera Amicitia con un joven –para significar que el verdadero amor no debe envejecer, permaneciendo estable desde su principio hasta su final– que lleva cara y cabeza descubiertas –simbolizando que el verdadero amor se demuestra con obras, no escondiéndose–. 

En la filacteria que aparece sobre su cabeza, Invierno y Verano –adversidad y fortuna– y en el corazón escritas "Lejos" y "Cerca". La última filacteria corresponde a la orla de la parte inferior del vestido: Muerte y Vida.

martes, 10 de febrero de 2015

Lucía de Medrano

Lucía de Medrano fue la primera catedrática de la Universidad de Salamanca, aunque este hecho ha sido puesto en duda por no aparecer su nombre entre los archivos de la Universidad.

Su nombre real era Luisa López de Medrano y Bravo de Lagunas Cienfuegos, no obstante, es conocida como Lucía debido al error cometido por Lucio Marineo Sículo en sus escritos al referirse a ella. Nace en Atienza (Guadalajara) el 9 de Agosto de 1489 y pasa a depender de la Corte una vez que su abuelo materno y su padre caen en batalla, por lo que la reina Isabel lleva a hacerse cargo de su familia. Comienza así su rica formación intelectual al estudiar gracias al patrocinio de la Reina.

En lo referente a su actividad académica, tenemos noticia de ella gracias a los testimonios de dos de sus contemporáneos: Lucio Marineo Sículo y Pedro de Torres. Ambos fueron catedráticos de la Universidad de Salamanca, y afirman que Lucía de Medrano impartió clase en esta institución, aunque existe una confusión sobre si impartía Derecho Canónico, Gramática o Retórica.

Existen dos teorías sobre la ausencia de Lucía en los archivos de la Universidad: por ocupar una cátedra extraordinaria, sustituyendo a algún catedrático (seguramente Antonio de Nebrija), o por encontrarse entre la documentación del Archivo Universitario que fue destruida o quemada. No obstante, es considerada, junto a Beatriz Galindo, una de las figuras destacadas de la España de finales del siglo XV y principios del XVI por sus estudios de las lenguas y de la cultura clásica que recuperó el Humanismo y el Renacimiento.
Dado que no existe imagen alguna de Luisa de Medrano, os dejamos una cita de Lucio Marineo Sículo en la que se refiere a esta figura.

Como dato curioso, queremos decir que el antiguo instituto femenino de la ciudad de Salamanca fue llamado "Lucía de Medrano", en 1943, en honor a esta importante figura de la universidad; sin embargo, cuando el centro cambió al actual edificio en 1968 ninguna de las autoridades supo explicar quién fue Lucía de Medrano y el por qué de la denominación. 

jueves, 5 de febrero de 2015

La Sirena de la escalera del estudio

¡Buenas tardes a todos!

Esta vez os traemos la explicación de uno de los elementos presentes en la conocida como “la escalera del estudio”, que une el claustro inferior con el superior de Escuelas Mayores.

Como algunos de nuestros seguidores de Facebook bien han dicho en nuestro enigma, se trata de una sirena, pero es una sirena algo peculiar.

Se encuentra en la pilastra que separa el segundo del tercer cuerpo de la escalera del estudio. En ella, se desarrolla un discurso iconográfico que representa el camino que toda persona recorre a lo largo de su vida, tratando de superar las tentaciones que se le interponen durante el camino. La cima de este camino representa el saber, personificado en la figura de Dios.


La pilastra que separa el segundo del tercer cuerpo contiene una sirena de doble cola, éste es un panel decisivo desde el punto de vista del discurso iconográfico: es el momento de la vida en el que puedes volver sobre tus pasos hasta el primer panel, en el que aparecen escenas de lujuria y depravación en la Danza Morisca, o puedes seguir ascendiendo hasta la elevación máxima. La sirena porta en su mano izquierda una flecha apuntando hacia la tierra, símbolo del rayo, de la ira divina, y en su mano derecha una espada ardiendo. La doble cola tiene la función a la vez de cola y pies, es decir, que la sirena, símbolo ancestral del pecado, aún tiene la posibilidad de seguir ascendiendo, utilizando sus pies, o hundirse, sustituyendo éstos por la cola.

lunes, 2 de febrero de 2015

Beatriz Galindo "la Latina"


Beatriz Galindo “La Latina” nació en Salamanca en 1465. No se conserva su partida de bautismo, lo que llevó a confusión a varios especialistas acerca de su origen, pero actualmente se acepta que era hija de hidalgos zamoranos y que tenía un hermano que también trabajaba en la Corte.
   
Entró en el convento probablemente por expreso deseo de sus padres, y estudió Gramática en una de las dependencias de la universidad salmantina en un tiempo en que el acceso a la educación era posible únicamente para religiosos y familias acomodadas. No se conserva ningún texto que lo demuestre, pero pudo ser discípula de Antonio de Nebrija, y tampoco ha llegado a nuestros días ninguno de sus escritos a excepción de su testamento. Entre las obras no conservadas que se le atribuyen estarían varios poemas escritos en latín, y un tratado titulado “Notas y comentarios de Aristóteles”. Todavía hablando del entorno universitario, parece que la Galindo pudo llegar incluso a leer –es decir, a dar clase– en las aulas de Salamanca, aunque una vez más sólo son suposiciones porque no hay documento escrito alguno que lo certifique.

 Sus grandes conocimientos de la lengua latina le valieron su sobrenombre y llegaron a oídos de los Reyes Católicos. La reina Isabel la llamó para que formara parte de la Corte como maestra tanto de ella misma como de sus hijas, llegando a ser su consejera y amiga. Se mantuvo al lado de la reina hasta la muerte de esta en 1504, y a partir de ese momento se asentó en Madrid, donde realizó varias fundaciones tanto con su marido como en solitario. Estaba casada con Francisco Ramírez “El Artillero”, matrimonio que había sido concertado por la propia Isabel, a quien también sobrevivió. En Madrid fundó el Hospital de La Latina, que es el que da el nombre al actual barrio madrileño, y dos conventos femeninos: el de los Jerónimos y el de las Concepcionistas. 

Fue, en resumidas cuentas, una humanista que murió en Madrid en 1535, y su cenotafio se encuentra actualmente en el Museo de San Isidro. Está realizado en mármol, y en su tapa muestra la figura de La Latina en actitud de rezo, mientras que en la parte baja está decorada con relieves. A parte de este retrato, el único fidedigno que se conserva de la Galindo está en la Fundación Lázaro Galdiano ya que, aunque algunos especialistas apuntan a que podría ser ella, su retrato en el lienzo “Doña Isabel la Católica dictando su testamento”, realizado por Eduardo Rosales, es cuestionado por muchos.

Fue contemporánea de otras mujeres eruditas como Francisca de Nebrija o Lucía de Medrano. 



viernes, 30 de enero de 2015

Los Reyes Católicos y la Universidad de Salamanca

¡Buenas noches a todos! 

Hoy vamos a centrarnos en el medallón en el que se representa a los Reyes Católicos: Isabel y Fernando. 

Éste se encuentra en el centro del primero de los pisos o cuerpos de la fachada. Ésta se construyó entre 1520 y 1528, siguiendo la remodelación general del edificio (construido en el siglo XV) llevada a cabo a partir de 1504, siendo la última parte del edifico en completarse. Está construida con la famosa piedra de Villamayor y mira al oeste, así, al atardecer, ejemplifica a la perfección alguno de los versos de la Oda a Salamanca de Miguel de Unamuno: Y cuando el sol al acostarse encienda el oro secular que te recama…

Este medallón es una de las pocas cosas en esta fachada en la que todos los que la han estudiado coinciden. Las figuras de los Reyes Católicos están recogidas en un círculo con una inscripción en griego que reza: la universidad para los reyes y éstos para la universidad. Dentro del círculo puede verse un cetro que está sujetado por ambos, simbolizando la unidad española. En la parte superior del círculo se pueden ver las flechas y el yugo, la letra inicial sirve de divisa al otro cónyuge, así, las flechas de Fernando fueron el símbolo de Isabel, y el yugo de Ysabel, el de Fernando. Simbolizan la disciplina representada por el yugo y la unidad del haz de flechas. 

Los Reyes Católicos se encuentran representados en la fachada dentro de un programa iconográfico mucho más extenso que tiene como tema el elogio de la monarquía hispánica. Así, en la misma fachada se pueden ver el escudo del emperador Carlos V y dos medallones a ambos lados de éste en el que están representados el propio Carlos V e Isabel de Portugal. La fachada, construida ya en época de Carlos V, representa la culminación de un proceso político, comenzado en época de Isabel y Fernando, de modernización de la monarquía hispánica. Para ello se sirven de la Universidad de Salamanca como un elemento fundamental de su proyecto político de Estado-Nación, para que les pueda proporcionar gente culturalmente preparada, juristas en su mayoría. Es por ello que toman a la institución universitaria bajo su cargo. Por último, los Reyes Católicos aparecen representados en el primer cuerpo de la fachada ya que fueron ellos los que iniciaron todo este proceso, aunque en el momento de la realización de la fachada ya hubieran fallecido. Carlos V sitúa su escudo en el centro al construirse bajo su reinado, heredando él este proceso político de parte de sus abuelos. 


El Testamento de Isabel la Católica (Eduardo Rosales)